En el km 4 de la ruta Nº 86 habita la comunidad wichí “El Crespín”, un pueblo rico en cultura y afecto; y que a pesar de los avatares por los que debieron atravesar, se encuentra unido y orgulloso del legado que están dispuestos a perpetuar en su descendencia. Allí siete familias conviven con la naturaleza y sus adversidades.
El ingreso a este paraje, especialmente en días de lluvia, donde los mejores rodados se empantanan, es especialmente difícil para quienes entre sus pertenencias no cuentan con algo tan básico como o es el calzado.
Los niños de esta comunidad y de la del km 5, Talar y “El carpintero” caminan por la complicada calle Paraguay para dirigirse a la Escuela “La Mora” que se encuentra aproximadamente a un kilómetro de distancia, buscando la manera de llegar sin que los factores climáticos se los impida o se cobre una vida.
Un acceso, de ripio o asfalto, una simple entrada cambiaría la cotidianidad de quienes habitan ese suelo. La planificación, ejecución y concreción de este tipo de obras, hallaría un verdadero sentido a las políticas sociales; visualizar estas y otras problemáticas llevaría a una verdadera Humanización de las Políticas Públicas, encaminadas a dar respuesta a problemáticas reales.
Si la Política Social entre otras cosas, se dirigiría a buscar paliar las necesidades de la gente, no debería considerarse a éste, un acto de debilidad del funcionario que sensible a su realidad busque dar soluciones certeras, sino un acto de grandeza, generosidad y honestidad.
Quienes fueran capaces de ejercer estas cualidades, sabrían que los votos no les devendrán de la caridad, ni del clientelismo, sino de haber respetado la idiosincrasia y formas de vida de un pueblo; y de mantener un diálogo abierto, permanente y espontáneo con sus hermanos, haciendo que se sientan parte de una sociedad, en la que puedan ser capaces de construir una verdadera vida digna.
Este tipo de Política más Humana la sabrán valorar no solo quienes componen los Pueblos Originarios, sino también cada uno de los ciudadanos que orgullosamente nos nombramos Argentinos.
Licenciada Roxana Celeste Dib
Presidente “Conciencia Social Salta”
CUANTA RAZON Y CUANTA REALIDAD HAY EN ESTAS LINEAS.LA POLITICA TIENE QUE UNIFICAR A LOS PUEBLOS Y NO SER EL CAMINO FACIL PARA EJERCER PODER.
con emoción encontré esta nota y con orgullo puedo compartir que Cecilia Pascual y su recientemente fallecido esposo Cebino Simplicio padre, me nombraron madrina cultural de la comunidad luego de una corta visita que les hice en septiembre del año pasado y desde la cual mantenemos comunicación y reciben ayuda desde la ciudad de Berazategui, Prov, de Bs As gracias a la mediación de la Fundación Roberto David de Salta capital y a la colaboración de la Veloz del Norte que nos transporta las cosas hasta Salta. Hoy estamos buscando el modo de trasladar las cosas desde allí a Tartagal porque la empresa ya no puede costear ese tramo. Sé de las necesidades y luchas diarias de esas familias como la de todas las comunidades aborígenes y por eso me sumo a esta lucha por su resarcimiento histórico y la reivindicación de su dignidad. Comparto plenamente las palabras de la Licenciada Roxana sobre la importancia de invertir la mirada de las acciones políticas empezando de una vez por todas por asistir las urgencias para luego pensar en planes mayores como la accesibilidad a las tecnologías, la inclusión comienza por ayudarlo en lo más básico primero, a ellos no llegan las netboock, ni la luz, ni el agua, ni los caminos transitables, ni la asistencia sanitaria…Con la esperanza de este tiempo de adviento sueño por una política nueva y distinta!!!
Nosotros los argentinos debemos tomar como ejemplo la decisión del gobierno del gobierno de Evo Morales, presidente de Bolivia, de reivindicar estos pueblos originarios que fueron perseguidos, encarcelados y masacrados desde la colonización española y por los diferentes gobiernos capitalistas y reconocer los derechos negados durante miles de años. Lamentablemente estos pueblos son utilizados para el marketing político de los diferentes gobiernos de Salta que actúan con una ignorancia supina y vulneran derechos elementos como la educación, alimentación, vivienda, trabajo y la recreación.Espero que en las próximas elecciones, elijamos los candidatos no por el color de los ojos, por su facha o porque hablen lindo, sino aquellos que presenten proyectos realizables y que dignifiquen la vida de los salteños, y que estos pueblos aún hoy tildados por la civilización occidental y católica como «indios» , dejen de «mendigar un mínimo de dignidad».
Excelente !!!