Sirvan estas líneas para introducir a los docentes de matemática en el uso del libro de texto como una herramienta de apoyo que el Grupo Editorial Norma ha diseñado.
Actualmente, el saber matemático forma parte del quehacer diario, por ello es necesario desarrollar en los y las estudiantes no solo conocimientos sino también, habilidades matemáticas que sean herramientas para seguir aprendiendo y afrontar exitosamente diversas situaciones en la vida. Esto significa generar espacios de aprendizaje que estimulen el pensamiento lógico-matemático y promuevan la participación activa en la construcción del conocimiento matemático, tomando como base actividades prácticas que puedan ser desarrolladas en el aula y que adquieran significatividad para el estudiante.
Se aprende matemática haciendo y creando matemática, es decir generando conocimiento, descubriendo, innovando y resolviendo creativamente situaciones problemáticas que permitan identificar, comprender, interpretar y representar el mundo con asombro y curiosidad, observando sistemáticamente, elaborando conjeturas, comunicando las intuiciones, buscando estrategias de solución individualmente y en equipo, ejecutando las mismas, verificando los resultados y regresando a la parte inicial del ciclo frente a una nueva situación, pero ahora a partir de lo ya aprendido. Así, comunicar, razonar, presentar objeciones y plantear un nuevo camino, serán procesos muy familiares que no tendrán que ser enseñados pues serán vividos y experimentados por los docentes y estudiantes que, en actuación constante, ejercitan sus habilidades y hacen suyo un conocimiento que ya existe, o presentan uno nuevo al mundo.
Desde el tercer ciclo de educación primaria hasta la educación secundaria se busca la afirmación de las capacidades básicas y la formación de las estructuras de los conocimientos y conceptos fundamentales, que serán la base de los aprendizajes posteriores. De esta forma, desde los seis años, se permite a los y las estudiantes razonar y comunicarse matemáticamente, sentirse seguros de su capacidad para resolver problemas matemáticos, valorar la matemática (entender y apreciar el papel que cumple en los asuntos humanos) y desarrollar hábitos mentales matemáticos.
La institución educativa puede atender estas necesidades promoviendo el desarrollo de competencias y capacidades matemáticas, a través de los conocimientos matemáticos distribuidos en tres componentes: Número, relaciones y funciones; Geometría y medición; y Estadística y probabilidad.